Posible y catastrófica tormenta solar

Una tormenta solar lo suficientemente fuerte podría desestabilizar, incluso de forma catastrófica, una buena parte de nuestra tecnología. El mundo moderno, según afirmaron especialistas durante la última reunión de la Sociedad Americana para el Avance de las Ciencias (AAAS), depende en exceso de la red de satélites. Navegación marítima y aérea, sincronización entre computadoras, redes de telecomunicaciones, sistemas GPS, aparatos electrónicos de todo tipo...

Tecnologías, todas ellas, extremadamente vulnerables a los «cambios de tiempo» espacial. Las consecuencias serían nefastas, en caso de una gran tormenta solar, para la red de satélites que orbitan la Tierra, muchos de los cuales quedarían literalmente «achicharrados», pero también para las centrales eléctricas de todo el mundo, cuyos transformadores quedarían inutilizados provocando cortes en el suministro de electricidad que podrían durar semanas, e incluso meses.

La última tormenta, en febrero del pasado año, es el principio de una situación que, según los científicos, sólo puede ir a peor. De hecho, apenas si estamos al comienzo del actual ciclo solar y se espera que la actividad del Astro Rey se vaya haciendo cada vez más intensa en los próximos once años.

«La cuestión es que sucederá de nuevo, explica Jane Lubchenco, responsable de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos—, y con mayor fuerza. La última vez que tuvimos un máximo en el ciclo solar, hace cerca de diez años, el mundo era un lugar muy diferente. Hoy los teléfonos móviles están por todas partes. Entonces no dependíamos de ellos para tantas cosas diferentes».

Para esta experta, «muchas de las cosas que damos por garantizadas dependen hoy mucho más de la meteorología espacial que durante el último máximo solar». A pesar del riesgo, los expertos admiten que muy poco podemos hacer para predecir una tormenta solar peli- grosa. Lo que sí deberíamos hacer es «blindar» de alguna forma las redes y centrales eléctricas, haciendo algo que nos permita, en caso de alarma, apagarlas rápidamente en las zonas más sensibles hasta que pase el peligro.

Para Stephan Lechner, director del Centro Conjunto de Investigación de la Comisión Europea, la raíz de la vulnerabilidad del mundo moderno radica en su dependencia de los sistemas de posicionamiento global, o GPS, sin los que ya no sería posible la navegación marítima y aérea, ni la sincronización de las redes informáticas y los equipos electrónicos.

«El GPS nos ha ayudado —aseguró Lechner—, pero también nos creó una nueva dependencia» que se ex- tiende desde el sector aeroespacial a la producción digital de radio y TV, a los servicios financieros y a las agencias gubernamentales».

El pasado martes, una gran erupción solar, la mayor detectada en los últimos cinco años, envió hacia la Tierra un enorme torrente de partículas de plasma cargadas a una velocidad de 900 km. por segundo. La erupción fue de la clase X, la más poderosa de la que es capaz el Sol, y produjo espectaculares auroras y desestabilizó algunos sistemas de comunicaciones, pero sus efectos se limitaron casi exclusivamente a latitudes muy al norte de nuestro planeta.

Se podría pensar, afirmo Lunta, que hemos tenido suerte, ya que resulta que los campos magnéticos estaban alineados en paralelo, por eso no pasó demasiado. Si no hubiera sido así, las cosas habrían sido muy diferentes».

2 comentarios:

  1. Anónimo5/05/2012

    Muy buenas. Hace poco estuve en un congreso en Barcelona y Kevin Kelly, experto en tecnología ,hablo sobre este fenómeno que afirma que hace unos años ocurrió dejando fuera de servicio algunos satélites y que volverá a ocurrir con mayor intensidad!!

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  2. Anónimo5/14/2012

    Yo nunca he creído en este tipo de temas e investigaciones, pero últimamente estoy escuchando muchas noticias relacionadas al caso y me da que pensar, la verdad que creo que es para tomárselo en serio.

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